Volviendo del parque...

Me senté en la arena. Aún llevaba el vestido blanco y me avergonzaba por ello. Maldita Ciara... pensé ¿Cómo me había dejado engatusar para llevar tacones y un vestido así?

La vista era preciosa, era tarde-noche , así que ya se veía el atardecer. Veía el mar, las olas, la gente con sus familias... Todo era como en una película. Flacucha con poco aguante me dijo una vocecita en la cabeza. Entonces, me dí cuenta de que unas cuantas lágrimas se asomaban por mis ojos y regalimaban por mi rostro. Hay que ser idiota pensé, y enterré mi cara en las rodillas.

Estube pensando un rato... Ni idea de si fueron segundos, minutos, horas, días o semanas. Vale, máximo una hora.
Era como esa espécie de sueños que tienes, visiones de cosas que te han pasado al largo de tu vida.
Primero, vi a mis padres: En el porche de la casa de Washington, en ese sofá balancín sonriendo, mientras Ciara y yo haciamos carreras y ella me pegaba unos cuantos puñetazos por perder.

Después, ví a Ciara sangrando, en el día del accidente. Todo era borroso, mis padres no se movían y Ciara estaba atrapada, me miraba con cara de pavor, en intervalos dirigidos a mí y a mis padres y yo, no me daba cuenta de que ya no despertaban.

Acto seguido, ví la competición estatal de natación: Ciara animándome con su ex-novia Lily y mis tios sentados mirando una revista. Phil estaba ahí: hablando con los demás entrenadores y cuando dió el silvato y comenzó la carrera, que yo solo miraba el agua y a la gente. Ví como, cuando llegué Ciara gritaba de alegría y Phil saltaba haciendoles gestos inapropiados a los demás entrenadores: Mi primera Competición, y la primera victoria.

Cuando sonreí, pasó a la siguiente visión: Yo, en el instituto. De Washington claro. Con Rony a mi lado pidiendome una cita. Yo acepté encantada, ya que jamás había estado con nadie. Y aún me reí más cuando me ví con él en eñ bulevar vomitando. él, claro , yo no.

Y después, lo enfadada que estaba por haber venido aquí: Como había elegido habitación, como Kate había tropezado conmigo como si fuera una piedra pequeña y como Dennis la ayudaba a alzarse. ¿Esque todos mis sueños acababan igual? Dennis & Yo en la playa, paseando y perdiendo de vista el mundo: el primer beso.

Cuando abrí los ojos y alzé la cabeza, volvía a estar en la playa. El mar, las olas y las familias felices... Todo estaba ahí. En su sitio. Todo estaba igual. Y nada iba a cambiar eso. Así que, me fuí para casa.